Moscú.- El líder norcoreano, Kim Jong-un, llegó al Lejano Oriente ruso para reunirse en los “próximos días” con el presidente ruso, Vladímir Putin, con quien se espera que aborde un intercambio de armamento y tecnología militar pese a las claras advertencias de Occidente y Asia, que vigilan de cerca el encuentro.
El tren de Kim, acompañado por una nutrida delegación que incluye a los ministros de Defensa y de Exteriores, así como altos cargos militares, entre ellos el director del Departamento Industrial de Munición, cruzó la frontera rusa poco antes del amanecer.
En la estación de Jasán, Kim fue recibido con alfombra roja y una guardia de honor integrada por efectivos de las tres ramas de las Fuerzas Armadas de Rusia y una orquesta militar.
El ministro Ruso de Recursos Naturales, Alexandr Kozlov, presidente de la comisión intergubernamental de ambos países le dio la bienvenida. Ya fue él quien recibió en Rusia al líder norcoreano en abril de 2019 con ocasión de la primera cumbre entre este y Putin en la ciudad de Vladivostok.
Sin embargo, al caer la noche en el extremo oriente se había perdido el rastro del tren blindado de Kim, que fue visto la última vez en Ussuriisk, a unos 74 kilómetros de Vladivostok.
En su primera salida al exterior en más de cuatro años y la primera desde la pandemia de la COVID-19, el viaje de Kim está envuelto en un gran secreto.
El Kremlin rehúsa revelar el día y la hora en que se producirá la reunión entre Putin y Kim, si bien se cree que puede ser el miércoles.
El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, únicamente dijo hoy que será “en los próximos días”.
El presidente de Rusia contribuyó a la confusión durante la sesión plenaria del Foro Económico Oriental al afirmar que en su agenda se encuentra una visita al cosmódromo de Vostochni, a unos 1,500 kilómetros al norte de Vladivostok en la región de Amur (Siberia).